miércoles, 29 de febrero de 2012

Con Fabiola, una lectora y una colegiala en el Museo de Arte Italiano

Nunca había estado en el Museo de Arte Italiano de Lima. Llegué para una exposición de Francis Alÿs, Fabiola, que consistía en 350 copias --de otros tantos pintores-- de una obra del siglo XIX, perdida, que muestra a Fabiola, una santa del siglo IV. La exposición estuvo antes en Proa.
Sacar fotos estaba prohibido, pero me permitieron fotografiar a algunas de las esculturas de la muestra permanente del museo y que los cuadros de Fabiola quedaran de fondo. Un permiso curioso.


Aproveché para recorrer las otras salas, en las que sí se permitían las fotografías, y me encontré con una encantadora lectora, detalle de La convalesciente (1901?), una obra del italiano Alberto Zardo. Me gusta la expresión concentrada sobre el libro y los pies trabados, como para evitar el movimiento.


Y también estaba esta deliciosa Colegiala (aprox. 1921), de Gian Emilio Malerba. Gran época para la moda.


Enlace a la presentación de la exposición de Alÿs aquí.

Y con Fabiola y las chicas, digo bye bye Lima, bye bye Perú, nos volveremos a ver.

Mercado de Belén, por segunda vez

La segunda visita al mercado de Belén fue menos fuerte que la primera.
Excepto al comienzo del recorrido, cuando vimos que sobre los toldos de los puestos esperaban los buitres.


En el pasaje Paquito las hierbas medicinales estaban dispuestas de manera muy atractiva.








Azulejos de Iquitos

De los 40 años de fiebre del caucho quedaron en Iquitos algunos edificios revestidos con azulejos traídos desde Portugal. Han sido casas, comercios, hoteles y oficinas. Algunos deben haber sido sin duda muy bellos, como el ex hotel Palace, que ahora ocupa el Ejército. Todos tienen una leyenda que anuncia su valor patrimonial, pero no han sido restaurados, y muchos ni siquiera bien mantenidos.


Iquitos

De vuelta en Iquitos. No están ni Klaus Kinski ni Claudia Cardinale. Hace mucho calor. Las calles están llenas de mototaxis. Estoy convencida de que cuando vaya a Phnom Penh me voy a acordar de Iquitos.



En la esquina, el restaurant Fitzcarraldo, de la familia.


El edificio de tres plantas, al fondo, es el ex hotel Palace.
La plaza de armas. En la esquina se ve la casa de hierro,
diseñada por Gustave Eiffel y comprada en piezas en París.
La casa de hierro.

Más fotos de Iquitos aquí.


Adiós a la selva en la laguna Sarapanga







Más fotos de la laguna Sarapanga aquí.

Canoas, balsas, lanchas, ferries

En este mundo de agua, todos saben remar.
Hasta los niños pequeños. Vimos muchos, solos, o de a dos o tres, en canoas de troncos ahuecados.



Un señor en canoa arranca las plantas del lecho del río para poder sembrar arroz tresmesino.


Las balsas de troncos amarrados vienen de lejos, con animales y plátanos para vender en Iquitos. Los viajes duran días y días. Toda la familia vive en la balsa, que está impulsada solo por la corriente (no tiene motor). En la de la foto, la familia va en la canoa de la izquierda, amarrada a la balsa. En la balsa hay ganado. El guía nos contó que tienen que sortear varios rápidos. 
yo: --¿Y cómo hacen?
guía: --Se atan.


El ferry une Yurimaguas, en el Huallaga, con Iquitos. Río abajo, tres días. Río arriba, cuatro. En la época de vaciante el ferry tarda un poco más. La primera foto es del ferry Rey del Putumayo. Lindo nombre.




Nosotros íbamos muy cómodos, en lanchas a motor, con techo, como todas las lanchas que vimos. Algunas tenían techo de palma.

Poblados

Cuando íbamos navegando por el Marañón o por los otros ríos de la reserva Pacaya Samiria no pasaba mucho tiempo sin que viéramos algún poblado.
Santo Domingo está sobre el río Yanayacu. Allí está el puesto de vigilancia 1 de la reserva.



Este es el puesto de vigilancia de Nauta caño.


Veinte de Enero tiene escuela primaria y secundaria. Estuvimos bastante tiempo en el pueblo, y visitamos la zona que se encuentra hacia el interior, donde hay algunos cultivos.


Escuelas primaria y secundaria.



En Arequipa los adultos estaban de cacería. Los chicos se habían quedado en el pueblo. La cacería tiene límites: una determinada cantidad de kilos. De todos modos es más una diversión que una fuente de proteínas.


En San Pedro de Tipishca, primera zona del Marañón, festejaban carnaval. Había varias humishas, que iban a voltear en un rato.



Una humisha con ropa, baldes y otros regalos.
Quien se encargue de darle el último golpe al palo
y voltearlo, al año siguiente comprará los regalos.
Nueve de Octubre.

Villa Canaán, un poblado de fieles que decidieron vivir todos juntos. En todos los pueblos vimos iglesias evangélicas.


 Ahora me doy cuenta de que no le saqué fotos a San Jorge, que era nuestro pueblo vecino. La gente que trabaja en el lodge es de San Jorge. El poblado tiene una orilla muy bonita y cuidada, y un mercadito artesanal (una construcción levantada con ayuda de la cooperación española). Este es un sector de la orilla.

martes, 28 de febrero de 2012

Árboles de la Amazonía

¡Qué difícil fue reconocer los árboles! Había tanto para ver que costaba detenerse y observar y tomar nota. La excepción fueron las cecropias, omnipresentes y muy diferentes del resto.
Aquí, y con dudas, una pequeña muestra.
Primero las cecropias, patria de los perezosos. Las ramitas son huecas y suelen estar habitadas por hormigas. Cuando en la tormenta vimos que las ramas de los árboles se caían (¡ay!), el guía nos dijo: si a uno le cae una rama de cecropia, no se hace nada; es muy livianita.






Aquí está el árbol de pan.

Y aquí el aguaje, "la madre del bosque". Sus frutos son comestibles, y las hojas se usan para techar. La madera también se emplea en la construcción. Esta palmera es una de las más importantes de la Amazonía. Suele encontrársela en zonas pantanosas, los aguajales.


Flores y frutos del ingá, pacae, guaba o guama (aunque creo que guama es más bien el fruto). El fruto es rico, bien dulce.





El palmito. El muchacho mostraba que se podían recolectar los frutos sin necesidad de voltear el árbol. Para eso subía con un sistema de estribos.



La yarina y la shapaja se usan para techar. Estos, me parece, son los frutos de la palmera shapaja.