lunes, 11 de junio de 2012

Omikuji

1. Pensar una pregunta. Mantener la pregunta en secreto, siempre.
2. Sacar al azar un palito de una especie de carcaj que solo tiene un pequeño orificio. El palito tiene un número.
3. En una caja de madera hay muchos papelitos (omikuji). Buscar el omikuji que tiene el número que está escrito en el palito.
4. Leer en el omikuji la respuesta a la pregunta. "Solo hay que saber interpretar las palabras".
5. Plegar el omikuji en tres a lo largo y atarlo en el portal.



Me imaginé que mi omikuji podría decir:

Densas nubes,
ninguna lluvia de nuestra región del oeste.
El príncipe tira y alcanza al que está en la cueva.

o quizá

Cuando se liberan el Cielo y la Tierra, se elevan el Trueno y la Lluvia.
Cuando se elevan el Trueno y la Lluvia, estallan las cáscaras de todos los frutos.
El tiempo de la liberación es grande en verdad.

Pero no, mi omikuji no era hijo del I Ching. Mi omikuji decía que había que estudiar al menos una hora por día, que había que esforzarse más y preguntaba qué tal un poco de gimnasia. ¿Algo para interpretar? Nada.
Señores del Jardín japonés: los oráculos no funcionan sin poetas.




domingo, 10 de junio de 2012

Jardín japonés

Vivero del Jardín japonés de Buenos Aires. Vidrios verdes.





Afuera, en unos cubos con agua, hay algunos papiros.

Un poco más lejos, un ginko todo amarillo.