domingo, 9 de febrero de 2014

Ideas para una huerta de aromáticas








Veinte minutos de playa

Veinte minutos, quizá quince, entre lluvia y lluvia.





Para el monólogo de Isabel viendo llover en Macondo

Cuando llueve mucho, pero realmente mucho, siempre pienso en Isabel viendo llover en Macondo. En Asunción era así: una lluvia tan densa que dejaba de ser transparente. Y lo mismo estos días entre Manantiales y José Ignacio. Lluvia, lluvia, lluvia. Horas y horas lloviendo. Días enteros. Unas horas de calma y vuelta a llover.