jueves, 8 de agosto de 2013

Fui giovane e felice un'estate

A Modica quería ir por el barroco, y también por el comienzo de Argos el ciego.

Fui giovane e felice un'estate, nel cinquantuno. Né prima né dopo: quell'estate. E forse fu grazia del luogo dove abitavo, un pase in figura di melagrana spaccata; vicino al mare ma campagnolo; metà ristretto su uno sprone di roccia, metà sparpagliato ai suoi piedi; con tante scale fra le due metà, a far da pacieri, e nuvole in cielo da un campanile all'altro, trafelate come staffette dei Cavalleggeri del Re... Che sventolare, a quel tempo, di percalli da corredo e lenzuola di tela di lino per tutti i vicoli delle due Modiche, la Bassa e la Alta; a che angele ragazze si spenzolavano dai davanzali, tutte brune. Quella che amavo io era la più bruna.

Fui joven y feliz un verano, en el cincuenta y uno. Ni antes ni después: aquel verano. Y tal vez fue gracias al lugar donde vivía, un pueblo con aspecto de granada reventada; próximo al mar pero campesino; mitad recogido sobre un espolón de roca, mitad esparcido a sus pies; con muchas escaleras entre las dos mitades, que servían de correveidiles, y nubes en el cielo de un campanario a otro, exhaustas como estafetas de los Caballeros del Rey... Qué revolotear, en aquel tiempo, de percales caseros y sábanas de tela de lino por todas las callejas de las dos Módicas, la Baja y la Alta; y qué angelicales muchachas asomándose por los alféizares, todas morenas. La que yo amaba era la más morena.

(No sé por qué Anagrama no dice que la traducción es de Joaquín Jordá).
Aquí están las dos Módicas, la Alta y la Baja.



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