De plazas y santas

A unos pasos de los Quattro Canti está la piazza Pretoria, casi totalmente ocupada por la fontana idem, una fuente del siglo xvi con ninfas, tritones y dioses de los ríos asomando del agua en sus círculos concéntricos. Todos desnudos y frescos. Un escándalo para su época.

Y a un paso de allí, la piazza Bellini, a la que dan la iglesia de santa Caterina, La Martorana, la iglesia de san Cataldo y el teatro Bellini. Esta foto la tomé desde Santa Caterina. Al frente se ve La Martorana, y a su derecha, san Cataldo (siglo xii), con sus cúpulas de color rojo. La Martorana y san Cataldo son dos ejemplos del bellísimo mix árabe-normando que ha dejado maravillas en la isla.

Aquí está santa Caterina, construida en el siglo xvi, pero con sus interiores renovados en el siglo xviii. La estatua de Caterina di Alessandria, con su palma y su rueda, pobre, es de Antonello Gagini (1534). Como gracias a Caravaggio le tengo cariño a Caterina (aunque yo soy de Hipatia), presté atención y encontré varias Caterinas en Sicilia.